viernes, 15 de febrero de 2013

La historia detrás del poema: ... y me pregunto qué quiero de ti


... y me pregunto qué quiero de ti

Hay algunas historias que realmente se convierten en preludios, 
en velados avisos, cual veletas de cambio, donde se advierte que de nuevo
todo va a cambiar y así la vida, alegremente, fluye a veces como arroyo,
otras como rápido, unas como río y finalmente como río-mar.


                                                           How wonderful life is
                                                           now you are in the world.
                                                           Your song (Moulin Rouge)


Probablemente descubrirte y que me descubras.
Saber qué hay en esas sonrisas que a veces se resisten a sonreírse mutuamente
en esa silueta única tuya que comienza a despertar algunos sentires
de esos que en su marcha fuerzan a mi mente a correr para ir tras ellos
justo cuando quiero dejarla atrás
para no entender a fuerza,
no comprender nada a fuerza de sentir,
razón-sentir que debe ser eliminada
para que entonces si se despierten algunas cosas
que para mi han dormido de más.

Ayer me sorprendí
observándome de reojo,
y me di cuenta que aun cuando no lo aceptaba
esa suave melancolía de haberme quedado el día contigo
se apoderaba de mi madrugada
y la torcía para ahuyentarme de mi propio sueño
y obligarme a realizar
la sutil brevedad del tiempo contigo.

Lo que quiero entonces
se va ajustando a lo que voy sintiendo
con la suavidad de las horas
que cambian muy lentamente en soledad
para irme revelando cosas
tales como que:
quisiera observarte de nuevo
esta vez como sentido inicial
y saber si tal vez también de reojo me observas... tal vez.

Me pregunto entonces algunas cosas
no creas demasiadas,
lo importante es que me pregunto,
cómo se hace entonces
cómo se rehace de nuevo entonces
y si es qué sientes algo al rayo del sol
acariciante al correr a tu lado
desgastante al trabajar a tu lado por esas causas perdidas
que se ganan dia a dia con corazones, con manos, con cierta necedad
tan necesaria.

¿Cómo dijiste tu?
¿coincidencias'
afinidades crees tu en tus palabras
riesgo de explosiones creo yo en tu presencia.

Por lo tanto
la pregunta
versa
y discursa
sobre si voy a intentar intencionadamente que explotemos
y entonces saber
si lo que hay en tu velada sonrisa
es materia de desagarro
o es solo materia de letras de breve nostalgia.

Serán los siguientes días
los que atestigüen y a la vez provoquen esas respuestas entonces
vengan días
vengan semanas
venga el tiempo justo (justo de destino no de brevedad)
para que todo explote
o explotes en mi memoria solamente
de estas letras de domingo
que se cuestionan y te comienzan a cuestionar.


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