martes, 29 de septiembre de 2009

La historia detrás del poema: "Ruta de Páez"

Resulta que el 28 de septiembre es mi cumpleaños. Hace algunos años pensé que era buena idea regalar poemas a gente que era cara a mi corazón. Ya que nunca había mostrado mis poemas era una buena idea enviar un regalo a aquellos que sabría leerían e inclusive se identificarían tal vez en más de una línea.

Es casi obvio mencionar que este poema es un mapa, es todo lo que se recorre, en mi caso, para estar hoy aquí. Asi es que espero sirva de nueva celebración de aniversario el compartir esta ruta cuyo formato puede cambiarse a guisa de receta para llegar ahi.

Un abrazo de nuevo.

Ruta de Páez

Inglaterra, Guatemala, Brasil, Chile y México,

esos amores sufrientes,

los diez mil kilómetros de América Latina,

la esmeralda en los andes,

la visita a mis hermanos en el Cuzco,

las canciones a la muerte del Che y la tumba de Darío,

la Fuerza de uno y la vida de Collins,

los sueños que implicaban enamorarse de fantasmas,

las imágenes fantasiosas,

esas canciones que tenían que ser de alguien,

la vida fuera de la escuela,

el tinto y el queso,

las diferencias tempranas,

el intuir qué es ser,

la llegada repentina a Londres,

las mañanas heladas de canes de Quilpue,

mis abuelos, mi extrañada abuela y el viaje del tatarabuelo en 1889,

Benedetti y Gabriel,

Allende y Sandino,

todas y solo algunas de ellas,

el amor al atardecer del día,

Santa Fe y la invención de María,

los aviones lejanos y los buses cercanos,

la playa erótica de Mazunte,

la arena helada de Isla Negra,

las vacaciones en Tonatico,

Portales, las Condes, del Valle y Atlixco,

el violín de Tchaikovsky y el cello de Elgar,

el tenis y mi rodilla necia,

Coyoacán y el hijo del Cuervo,

los viveros y las ardillas,

padre-madre-hermanos, todos los que son tan caros a mi corazón,

la tristeza depresiva,

la frenética escritura,

la conciencia del mirar,

las manos que se rozan,

el increíble dolor de lo injusto,

la valentía de intentar,

la conciencia limitada de mi ser humano,

todas las calles de Santiago-Centro,

Rómulo y Cathereen,

la sociedad civil,

los niños de la calle,

el abuelo Garibay y Yunus,

el sueño permanente de paz,

la blusa de viernes,

todas las lágrimas de Auté,

y todos los poemas.

Ese es mi mapa de ruta…

y aquí estamos…

con el tiempo parado junto a mi,

impaciente pidiendo factura

del costo de las imágenes en mis ojos

y del destino que habré de inventar.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

La historia detrás del poema: "Valparaíso"

Cuando se carece de muchos recursos una respuesta para el equilibrio es carecer de deseos, llegando a encontrar una paz donde se libera la angustia del tener por la presencia absoluta del ser.

Siendo así creo que en aquel entonces simplemente estábamos. Nos dejábamos atrapar cada fin de semana que pudimos hace años en los cerros de Valparaiso. Desde ahi, con un desayuno de escalón y tienda de esquina, éramos y fuimos en algunos de los momentos más intensos.

Esta historia quizá pudiera escribirse en otra ciudad, pero indudablemente Valparaíso es dueño de esa dulce melancolía que quedó expuesta en las imagenes de aquellos ojos color de octubre.

Valparaíso

Hogar en muerte

tan deseado en vida


Atrapado por la belleza austral

noté que el puerto se hacía dueño de mis memorias

vestía la imagen de amar con calles empinadas

y cerros de tristeza.


Valparaíso y tú se fundieron de manera indivisible

pasaste a ser el viento sur, y él se convirtió a su vez en tus ojos de octubre,

el cerro Cordillera adoptó tus lágrimas y tú te convertiste en heredera de la plaza,

del caserón que ve hacia el mar, del ascensor con tablas medio podridas

gimiente al bajar, tan fatigado de subir.


De tanto vivir los cerros conoces, sin darte demasiada cuenta, cada historia.

Eres capaz de hablar con todos ellos, y ellos a su vez te cuentan...

Artillería te presume su pasado de glorias de Iquique,

los Lecheros te recuerda de una ventana y una foto en blanco y negro,

Cordillera habla de ti cuando niña,

y el Cerro Alegre se ha olvidado de su presunción, de resguardar el paseo Atkinson

para recordarte que Valparaíso...

sabe a chocolate, pan y domingo

sabe a amores de callejón

a primeras noches residentes en la memoria,

sabe a Neruda

sabe a besos sobre el mar.


He caminado contigo sujetando la mano del puerto

por avenidas de tres y a veces cuatro nombres,

desde ahí deseábamos amarnos en el Brighton

mientras tomábamos café en el Riquet

pareciéramos haber compartido su tiempo tan atrapado en el pasado.


Valparaíso huele a mar y a ti,

tiene colores de pobreza y miradas de historia.

Posee el simbolismo tan real

de encontrar en su carencia y melancolía

refugio ideal para los amantes,

para las letras,

para el vino y el frío.

Puerto sur tan alejado

que permite reencontrar la paz perdida en la muchedumbre norte,

paz reencontrada en trenes a lo largo de la costa.


Mi paz perfecta consistía en llegar a Quilpue

sentir el asalto del frío colarse entre las tablas

compartir con quiltros la soledad del andén

y verte a ti, de pie y mirando sin ver los rieles perdidos,

esperando por los viejos trenes

sin saberte observada, deseada, añorada.


Por ti hay playas en Viña

cubiertas de letras de arena y gaviotas viajantes,

por ti sopla el viento helado en Playa Ancha

ese que me colma de celos cuando lo descubro abrazando tu cuerpo

recorriéndote hasta hacerte estremecer.


Por ti el puerto se encargó de traerme y embrujarme,

de hacerme caminar

y entregarme a él y a ti en Errazuriz, en Pedro Montt, en Argentina.

Por ti mi amor a Chile, su estrella y copihue,

por ti hube de llegar al fin del mundo

para observar como aparecen lobos marinos

a la esquina de la costanera y tan cerca del molo,

envidiados mensajeros del mar...

traen a ti besos de sal

que se depositaran tardíamente

en esos ojos de octubre capaces de reflejar y llorar el puerto entero.

martes, 15 de septiembre de 2009

La historia detrás del poema: "México"

A pesar de no haber sido escrito este año 2009 este poema intentaba ser una especie de contra-celebración del ánimo patriotero que precede a las fiestas de independencia. En aquel momento mi ánimo era pesimista sobre este país, sin embargo me entristece que esa desazón ahora se ha profundizado al no encontrar muchas razones de esperanza.

No es grato compartirlo, sin embargo es una manera de marcar una fecha en la cual pareciera que el país se nos escapa entre los dedos. Poema que nunca pude concluir, la pesadumbre no requiere explicaciones. Así como el no rendirse tampoco se explica puesto que ante todo aún seguimos aquí.
En cuanto a porqué el epígrafe y video del himno chileno no es una ironía, es mi segunda patria y por un tiempo refugio contra la opresión de mi. Quedándose tantos quereres en mirada austral.

México
…que la tumba serás de los libres
o el asilo contra la opresión.
Himno Nacional Chileno
Qué he de darte que no sean palabras amargas
de decepción, de dolor, de cariño
de tanto extrañarte
quizá por ser como fuiste (que no conocí)
quizá por como podrías haber sido (qué sé nunca veré)

porque
nos estamos llendo, estamos partiendo,
con nuestra cobardía sí, de no ser más por ti
por no pertenecer a un país que pareciera no existir más,
herido por tus hijos
y convertidos en extranjeros
de nuestra propia cuna.

El precio es dejar los amores de familia
todos los hermanos esparcidos, algunos quebrados,
los sitios robados
los estados fracasados
las playas violadas
los arboles quemados...


Poema inconcluso, como el país…